George R.R. Martín siempre dice que:
“un lector vive mil vidas antes de morir, pero que la persona que nunca lee vive solamente una”.
No se puede estar más en lo cierto, porque abrir una y otra vez un libro es un regalo.
¿En cuántas ocasiones no hemos sentido la necesidad de releer un libro?
Ese título que consiguió robarte una sonrisa, una lágrima, un deseo, un suspiro, o incluso un aliento, te motivó a superar momentos de tu vida que requerían de ese estímulo. Te iluminó, te reconfortó…, cada uno podrá recordar lo que le significó. Un libro puede ser un ladrón, el ladrón de tus oraciones, de tus anhelos, el que consigue encender esa luz que necesitabas para comprender.
De esta manera releer un libro por segunda vez te presenta una diferente perspectiva. Vamos cambiando con el transcurso del tiempo, de las vivencias, y eso nos lleva a ver todo de forma distinta. Vuelves a leer ese título y descubres detalles que te habían pasado desapercibidos en esa primera lectura, y que ahora adquieren un valor diferente. Descubres que la trama cuenta con otros detalles que no habías percibido la primera vez, la entiendes de manera diferente, y no por ello la hace menos atractiva. Asimilamos la historia de otra forma, reparamos más en el presente del libro porque no tenemos esa impaciencia de saber cómo continuará. Marcamos un ritmo diferente, sin prisa, saboreando, y ya no se pasa por alto tanto detalles que nos mantienen en alerta e inmerso de lleno en el libro.
Poder revivir momentos de nuestra vida es algo complicado, con tu ser querido que ya no está, ese momento feliz que no quieres olvidar y que te gustaría volver a vivir, o el error que cometimos, y nos gustaría subsanar. Es imposible revivir el pasado, pero lo que no es imposible es volver a leer un libro. Percibirás unos matices distintos, rescatar otra impresión porque tú vuelves a leerlo con otro punto de vista.
Reencuéntrate con tú yo del pasado, sorpréndete, reflexiona y busca la explicación, ¿por qué antes lo veía así y ahora es totalmente diferente?
No olvides, atrévete a una tercera, y sobre todo no te quedes en una sola vida, te mereces más.
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